Se miente por la tele noche y día, por la pantalla que no muestra lo que a todos nos pasa, o por las redes lideradas por ejército de trolls. Libertad de expresión que expulsa periodistas, ahoga la crítica y extermina la democracia. Esa pantalla que oculta, que hace parecer que lo blanco es negro y deja un amarillento color sobre todo. Tal vez cambiemos – Corporación Cambiemos mediante – hasta la bandera, poniendo un dólar como sol entre dos franjas de celestial mercado. La Teoría del Rehén marca el discurso de los neoliberales amarillos en su cruzada contra los maestros y todo reclamo de los trabajadores. Reconocer y desactivar todos estos mecanismos discursivos son nesesarios para inmunizarse de tanta mentira. En la argentina de ayer – que cronológicamente es la de hoy – al que es rebelde sin causa, rapidito se le arma una. A quien contradice se le abrirá expediente y encerrará en la cárcel, como manda la justicia falsa de ojos vendados y bolsillos abiertos. Y garrote para el que